13 marzo, 2010

Medio

Con los nervios de punta busque un cigarro que me calmara. Con las manos temblorosas me lo lleve a la boca y mientras lo apretaba con dientes y boca lo prendi. Ella se sienta al piano y ya me puedo dejar llevar:
Hacia paises y gentes extrañas, tan bellos y tristes como los que no conoces, ahi es donde me pongo en puntas de pies y vuelo un poquito con los ojos entrecerrados.
En el ensueño puedo ver un aurea verde y azul que es mi padre.
Ella sigue tocando/soñando.

No hay comentarios: