11 abril, 2015

no nos enseñan a hacer preguntas dicen en la facultad

con seguridad

con certeza

sin jugar con las palabras
resulta vacía la angustia
de compensar tristezas
con porros interminables

por la rejilla

en la pieza de al lado

sin un objeto de estudio

histeriqueandote
sapos en digestion

la facultad abre a las 8
si es que Ramón no pierde el 44 de las 7.

09 febrero, 2012

Ella prendía las antorchas sobre la arena
Ella soportaba los fotones violaceos de la tarde
que destruyen su humanidad
que la hacen intocable
honda
inabarcable
Sopla el mar
Azuza el fuego
Ella trina de frío
y se enciende la luna
en sus manos
en mis ojos
en la cama de otro
en la piel de sus amantes
en su recuerdo
en mis noches.

21 marzo, 2010

La playa de las saneris

Me complace escuchar la historia del tipo ese S el ermitaño. Ese que paso dos años en una "casa" en en una isla.
Siempre le pido a D que me cuente de la cueva en la que el flaco rezaba, su templo. Como pasaba 3 dias en el hueco metido en la montañana, húmedo y oscuro adornado por él mismo, sin comer.
Cuando me oprime el pecho le insisto para que me hable de cuando S escuchaba a la sirena los dias de lluvia y de que los inviernos pasaba tardes enteras sentado en la unica silla, apoyado en la unica mesa mirando la unica y mejor ventana, tomando vino y vino y vino (el peor)y fumando rag.
Y aunque parezca idiota sigo llorando en el final, en la parte del tiro, del miedo, de la fetidez, de las lombrices, de la vieja que ve y vuelve a dormir.
Ahora intento dormir, pero esta ventana no me deja. Su luz es incandescente.
Las botellas de vino invaden el cuarto.

Ey D no puedo dormir... ¿me contas la historia del tipo ese que paso 2 años en la isla?

13 marzo, 2010

Medio

Con los nervios de punta busque un cigarro que me calmara. Con las manos temblorosas me lo lleve a la boca y mientras lo apretaba con dientes y boca lo prendi. Ella se sienta al piano y ya me puedo dejar llevar:
Hacia paises y gentes extrañas, tan bellos y tristes como los que no conoces, ahi es donde me pongo en puntas de pies y vuelo un poquito con los ojos entrecerrados.
En el ensueño puedo ver un aurea verde y azul que es mi padre.
Ella sigue tocando/soñando.

26 febrero, 2010


El burbujeo del río suena abajo,
como a mil metros de esos pies
que balancean sobre el peñasco.

Dos hombres trabajan
la noble tierra,
tierra pan,
sadón con llagas,
último refugio de la fertilidad,
lunar rico de la roca.

Las tres vacas pastando,
húmedo y nutriente
vegetal eterno,
carne futura de las sopas del pastor.
Salud de sus guaguas,
sustento de sus tardes,
de su equilibrio eterno en la piedra cosechada,
en el hueso de la montaña
sudando migajas de maíz,
papas de la vida, sopa caliente
aliento tibio a especias,


silencio,


ripio.

12 julio, 2009

Camino a Cachi desde el sur, por la ruta 40, se tropieza inevitablemente con escollos logísticos y pueblos indescriptibles. Familias se aislan en un desierto espléndido, arruyadas por un silencio a olvido y viejas anecdotas. El hombre aquí no supo que hacer y se aburrió. Encontramos estadios desolados, juegos de plaza corroidos y las estrellas más nítidas del continente.
Al borde de una iglesia antigua, blanca, de adobe, Molinos se muere. Un pastizal nace torpe de unos adoquines de viejos siglos y se desliza hasta las montañas, donde el sol despide los días.
Una canción popular reza:
Luna de los valles,
la compañera de la soledad,
tu corazón de adobe late en Seclantás,
tu corazón de adobe y baguala late en Seclantás.

Luna en cafayate, la noche entera te sueles quedar
sola montando guardia en el medanal,
sola montando guardia de estrellas en el medanal.

Luna, lunita vallista,
candil encendido, silencio, canción,
la rosa de un amante que te regaló la luz del caminante que viaja en tu corazón.

Luna de Molinos, desgrana coplas tu lado cantor,
anochecida zamba, cómplice de amor,
anochecida zamba vallista, cómplice de amor.

Luna de Angastaco, desangra el sol la mañana estival,
niña mujer temprana muere al aclarar,
niña mujer orgullosa muere al aclarar.


Luna, lunita vallista,
candil encendido, silencio, canción,
la rosa de un amante que te regaló la luz del caminante que viaja en tu corazón.




11 julio, 2009

escucho en la radio
el neoliberalismo tejió redes invisibles,
pactos vampiros,
alianzas,leyes y podredumbre.
en esta ciudad es sábado,
y no entendemos nada.

09 febrero, 2009


Dr.Hofmann: Sí, naturalmente. Bueno yo creo que... lo que se percibe bajo la influencia de la LSD es lo que en otros términos, sobre todo en terminología religiosa, se ha calificado como iluminación. Se trata de una vivencia del mundo y también del propio yo, que difiere de la conciencia cotidiana en el sentido de que la barrera desaparece, poco más o menos, este pensamiento dualista con el que funcionamos de forma habitual es superado, y por así decir uno de adentra en la propia naturaleza, en la propia creación; se tiene la sensación de comprenderse a uno mismo mucho mejor si experimenta la creación no por más tiempo solamente con la razón, sino con la emoción, con el corazón. Y esto es lo característico de la visión, de los visionarios -es lo que ellos describen; quizás no sea exactamente lo mismo, pero es una sensación muy parecida con un significado igualmente parecido.
Entrevista con Albert Hofmann, realizada en TVE por Fernando Sánchez Dragó y otros contertulios, en 1991.
foto: Reseña de Parques Nacionales, "Dos pibes a los que vimos desde afuera"

16 diciembre, 2008

11 septiembre, 2008

como
soñando.
si me despiertan haganlo con cariño por favor.
flickr.com/veintegrados.

02 agosto, 2008

flash back piazzoleño

Un chasquido sonó seco en su pensamiento oblicuo y perdido. Había entendido todo otra vez. Tal cual se acordaba había sido una noche al borde la la pileta del Tío Julio, en Marcos Paz. La felicidad nítida y helada reventando en bocanadas aire caliente, aferrado al camperón con olor a pasto y humedad de su padre.
Volvieron recuerdos milenarios de veranos y sobras amenas, con un dejo dulzón y enamoradizo.
Recuerdos de otros, jamás vividos, en perpetuo sueño, en pleno goce.
Una imagen pavorosa coló por la hendija una ventana y fue sombra, miedo, reflejo y nada. Desapareció en otro infinito y volvieron a derramarse leches y vasos, se agitó una bandera con el puño ensangrentado y las manos rotas. Volvió el sueño rotundo del fracaso. Despertaron delanteros con números tatuados, con casacas brillantes, y devolvieron las luces a todas las estrellas de la vieja quinta.
En el borde de la pileta el niño susurró algo. Fue indescifrable pues se confundió entre los chiflidos de la puerta electrónica del colectivo. Fueron cuatro cuadras de claridad. Al tocar el timbre actuó como siempre, solo quedaban sensaciones borrosas, desperdigadas en su alma.

27 julio, 2008


Temblando, con el frontal partido por el marrón, por el marronero, cae sobre sus costillas, pesada como un mundo, la res... Cae con estrépito, de bruces sobre el cemento... balando al descuajarse su osamenta, ya sólo un pobre costillar enorme, ya sólo un pobre cuero y sangre, media tonelada de huesos astillados, hincados en toda esa vida temblorosa y atónita... Ahí se va alzando, como un pesado pingajo, atrapada por la pata por un gancho que le salta arriba, que la alza por un ojal abierto en el garrón de un cuchillazo en plena estupidez sentimental, en plena media tonelada de monstruoso dolor, incomprensible, absurdo, balando, plañidera y tonta, como un escarabajo que no piensa, mientras medita lentamente por qué duele tanto y por qué duele qué parte de quién que es ella misma, la res, abierta al descuartizamiento atroz por todas partes, que nunca habían dolido y que eran tantas partes, tan extensas... y que pastando nunca habían dolido... haciendo leche, esperma, músculos, crin y cuero y cornamenta viva, que eran la vida misma manando hacia sus adentros, vibrando tiernamente como un sol cálido hacia sus adentros... y nunca habían dolido... Ya está colgada... Las patas delanteras se enderezan, se endurecen y avanzan hacia adelante y hacia arriba, implorantes y fatalmente rígidas, rematadas en cortas pezuñas que hace un instante amasaban el barro del corral, el estiércol de otros cien balidos, dinosaurios del siglo de las máquinas, nacidos para morir de un marronazo... Ahora ya es carne azul colgada en la heladera: "Uruguay for export"... Aquella res, que murió de un marronazo, cayó y tembló todo el frigorífico... Aquella otra res que recibió el marronazo en plena frente, de dos dedos de espesor, mientras entraba al tubo desconfiando porque allí no había pasto, alcanzó a comprender que había otra res delante, balando, que ya se la llevaba el gancho... y cayó detrás, también, y el cemento tembló bajo esos huesos... Aquella otra res, que esquivó el marronazo y que cayó también, con un ojo reventado y una guampa partida, deshecha, también cayó y tembló la tierra, tembló el marrón, tembló el marronero; la res, murió temblando de dolor y de miedo... de un marronazo en plena frente "for export" del Uruguay...